jueves, 23 de febrero de 2017

10 grandes herejías que han azotado la iglesia hasta el día de hoy.





Desde sus inicios, la Iglesia cristiana ha tenido que pelear contra múltiples aberraciones teológicas y falsos maestros.


En este artículo queremos echar un vistazo a diez de las herejías más peligrosas que han ido surgiendo a lo largo de la historia, algunas de las cuales siguen con nosotros hasta el día de hoy.

01.- Los docetas
Los docetas, siendo influenciados por la filosofía gnóstica, negaron que Cristo tuviese un cuerpo literal. Partían de la premisa de que todo lo corporal es necesariamente malo. Por lo tanto, Cristo no pudo haber asumido un cuerpo humano común y corriente. En este sentido, Cristo solamente parecía ser humano. No obstante, si Cristo no asumió una verdadera naturaleza humana, no podría ser nuestro sustituto.

02.- Los ebionitas
Los ebionitas enseñaron una forma de adopcionismo declarando que Jesús no era nada más que un simple hombre escogido por Dios gracias a su fidelidad a la Ley. Como regla general, los ebionitas destacaron que fue en el bautismo de Jesús cuando se convirtió en el Mesías y fue elevado a la filiación divina (siendo adoptado por Dios).

Sin embargo, negaron su plena deidad y su nacimiento virginal. Además prescindieron de la obra salvadora de Cristo recalcando que la verdadera salvación se encuentra en la Ley de Moisés así exigiendo a que todos los gentiles se circuncidasen. ¡Salvación por obras!

03.- Los arrianos
A diferencia de los ebionitas, los arrianos sí creían en la preexistencia de Jesús. Pero aun así, seguían creyendo que el Hijo de Dios era una simple criatura.

Según el arrianismo, Dios decidió crear al Hijo en la eternidad pasada. Es decir, hubo un momento cuando el Hijo literalmente no existía. Pero si Jesús no es cien por cien divino entonces no nos puede salvar y los cristianos hacemos mal en llamarlo ‘Salvador’. El arrianismo se trató de una negación del Evangelio apostólico.

04.- Los apolinaristas
Los apolinaristas eran más cercanos a la ortodoxia que los primeros tres grupos que hemos nombrado; pero aun así, se equivocaron grandemente al aseverar que Jesucristo no tenía un espíritu humano. En lugar de un espíritu humano estaba el Logos divino dirigiendo la mente y el alma de Cristo.

De nuevo, tal enseñanza provocó gran confusión en el seno de la Iglesia porque dio a entender que Jesús no había asumido una naturaleza humana completa. ¿Cómo podría el Hijo de Dios ser nuestro sustituto si no hubiese tomado sobre sí la naturaleza humana? En términos de Gregorio de Nacianceno, “Lo que no ha sido asumido, no ha sido redimido”.

05.- Los modalistas
Los modalistas predicaron que Dios se manifiesta de tres formas diferentes, esto es, como Padre, Hijo y Espíritu. Dios juega tres papeles distintos en la historia. Según esta escuela, Dios no es trino sino uno solo. Simplemente se da a conocer de maneras diferentes. El Padre es el Hijo y el Hijo es el Espíritu (y viceversa). No hay ninguna distinción personal dentro de la deidad.

De la misma forma que yo soy profesor, predicador y esposo así es Dios. Ahora bien, tal postura suscitó varios problemas, ¿si Jesús es el Padre, a quién oraba mientras estaba en la tierra? ¿Acaso el Padre se envió a sí mismo a la tierra? ¿Qué hacemos con el bautismo con Jesús cuando vemos claramente al Hijo siendo bautizado, el Espíritu desciendo sobre Él y la voz del Padre hablando desde el cielo?

06.- Los nestorianos
Los nestorianos dividieron tan estrictamente entre las naturalezas divina y humana de Jesús que llegaron a la conclusión de que había dos personas diferentes en el Señor Jesús. En oposición al concepto nestoriano, la ortodoxia cristológica asentó la verdad de que Jesús es una sola persona con dos naturalezas diferentes en perfecta armonía.

En palabras de Wayne Grudem, “En ninguna parte de la Biblia tenemos indicación alguna de que la naturaleza humana de Cristo, por ejemplo, sea una persona independiente, que pudiera hacer algo contrario a la naturaleza divina de Cristo. En ninguna parte tenemos la menor indicación de que la naturaleza humana y la divina se comunicaban entre sí o luchaban dentro de Cristo, ni cosa parecida. Más bien, lo que tenemos es un cuadro constante de una sola persona que actúa en totalidad y unidad”.1

07.- Los monofisitas
Los monofisitas fueron al otro extremo. Donde los nestorianos decían que en Jesús había dos personas diferentes e independientes, los monofisitas (o los eutiquianos) llegaron a afirmar que Jesús tenía una sola naturaleza, una especie de mezcla entre sus dos naturalezas.

Citemos a Grudem de nuevo, “La naturaleza divina de Cristo se apoderó y absorbió la naturaleza humana de Cristo, y así ambas naturalezas cambiaron para llegar a ser una especie de tercera naturaleza”.2 El problema con tal convicción es que negó tanto la plena divinidad de Cristo por un lado como su plena humanidad por el otro.

08.- Los pelagianos
Los pelagianos son conocidos por negar la doctrina del pecado original, a saber, que todos los descendientes de Adán nacen en pecado. Creían que el ser humano podía cumplir la voluntad de Dios según sus propias fuerzas sin la necesidad de la gracia salvadora de Dios.

Asimismo proclamaron que era posible que los cristianos alcanzasen un nivel perfecto de santidad en este lado de la eternidad ya que Cristo había dicho: “Sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mateo 5:48). Total, repudiaron por completo el valor del sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz. Charles Finney avivó la doctrina pelagiana en el siglo XIX.

09.- Los pneumatómacos
Los pneumatómacos, como su nombre sugiere, pelearon contra la doctrina bíblica tocante a la divinidad del Espíritu de Dios. En vez de ver al Espíritu como plenamente divino, creyeron que era una criatura angelical creada por el Hijo de Dios. Al negar la divinidad del Espíritu, estaban rechazando la idea de que el Espíritu Santo pudiese salvar a los impíos a través del milagro de la regeneración.

10.- Los socinianos
El socinianismo es una versión racionalista de la fe bíblica, la cual niega prácticamente todas las doctrinas distintivamente cristianas. Rechazó la Trinidad, la divinidad de Cristo y el castigo eterno de los impíos, opinando que los injustos serán aniquilados después de su muerte. En cuanto a la obra de Cristo, “Jesús no murió por la satisfacción del pecado.

Su papel fue el de inspirar a los discípulos a seguir su ejemplo, pero solamente los que perseveraban en obediencia eran levantados de entre los muertos”.3 En otras palabras, salvación por buenas obras. La teología liberal contemporánea sería un buen ejemplo del socinianismo ya que ambas corrientes creen en la supremacía de la razón humana sobre la revelación divina.

Conclusión
La existencia de tantas herejías en círculos evangélicos nos tiene que impulsar a indagar en las Escrituras y a desarrollar una clara teología sistemática con el fin de refutar a los falsos profetas del siglo XXI. En nuestra generación van surgiendo diversas herejías –algunas nuevas, otras antiguas- y sólo aquéllos que están bien versados en los estatutos de la Palabra del Señor podrán resistir a los lobos de hoy en el nombre del Señor.


Autor: Will Graham

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