En un cambio espectacular en la política tradicional de Estados Unidos, el gobierno de Obama no ejerció su poder de veto, y en su lugar permitió una resolución contra Israel en la ONU.
Los Estados Unidos permitieron que el Consejo de Seguridad de la ONU condenara los asentamientos judíos y la construcción en el este de Jerusalem, Judea y Samaria como una “flagrante violación” del derecho internacional.
La Ciudad Santa de Jerusalem y la región de Judea y Samaria, así como los Altos del Golán y el Sinaí, fueron capturados por Israel durante la Guerra de los Seis Días de 1967, cuando el estado judío fue atacado por las naciones árabes circundantes.
Donald Trump dijo que “la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en relación con Israel debería haber sido vetada. Esto coloca a Israel en una posición negociadora muy pobre y es muy injusto para todos los israelíes”.
“En cuanto a la ONU, las cosas serán diferentes después del 20 de enero”, Trump tuiteó después de que la votación se llevara a cabo.
El senador John McCain dijo que la abstención de Obama “nos ha hecho cómplice de este atroz ataque” y ha añadido que la abstención “anima” a los enemigos de Israel.
Fuente: Unidos con Israel
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